A pesar de no ser mortal, cuando entra en calor padece mucho dolor. Debido al espasmo en los vasos sanguíneos de las manos y los dedos, provocado por el frío, sus manos empiezan a ponerse blancas por la falta de circulación.
Lo peor del asunto es que cuando sus manos se vuelven a calentar, y la sangre vuelve a los dedos, pueden llegar a ser muy doloroso. No tiene cura y esta española debe observar como sus manos se vuelven púrpura, y sus dedos blancos, cuando se exponen al frío. Sus extremidades se adormecen y en ocasiones experimenta un hormigueo. Además, se vuelven rígidos y se entumecen.
Y aunque el fenómeno de Raynaud es un trastorno muy común, la Dra. Marina Anderson, profesora de reumatología de la Universidad de Liverpool, dijo que el caso de esta paciente es muy grave.
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