Artículo

Viejas locas: ¡¡Cuidado amantes!!, pueden quedar encerrados durante 10 años

Laura Moreno

En 1910, una esposa de un empresario alojó amante en el ático para tenerlo a su disposición. Como era de esperarse, todo terminó en tragedia.

El caso que publicamos ayer de la mujer que encontró a su ex novio viviendo en el altillo de su propia casa lleva a preguntarse cómo es posible semejante situación. Pero, no se asombre, acá hay un antecedente de una vieja loca. Se llamaba Walburga “Dolly” (1880-1961), quien estaba casada con Fred Oesterreich no fue un matrimonio feliz, aunque para ella representó un ascenso social.

Él era un rico empresario; sin embargo, era más aficionado a la bebida, a la caza y a las salidas con sus amigos, por lo tanto, Dolly jamás tuvo su atención.

Ante esta necesidad, en 1913, Dolly conoció a su joven amante Otto Sanhuber, quien fue enviado por la firma Singer a la fábrica del esposo para reparar una máquina de coser.

Simultáneamente, Dolly había perdido a su único hijo. Todo indica que esto fue lo que le inspiró simpatía hacia Otto, quien empezó a frecuentar su casa, hasta que estalló la pasión entre ellos. Tuvieron un romance durante tres años.

Un día, un vecino se dio cuenta de tan sospechosa situación y para evitar problemas le propuso a su amante mudarse al ático de su casa. El amante aceptó sin reparo, de tal manera, Dolly acondicionó el desván, convirtiéndolo en un verdadero hogar para Otto. Ante la preocupación por ser descubierta, ella lo encerró: colocó un candado en la puerta y llevaba siempre la llave consigo.

Una noche, Otto escuchó a los esposos Oesterreich discutir y, creyendo que Fred golpeaba a Dolly, el amante salió del ático armado con dos pistolas y una de estas armas se disparó hiriendo de muerte a Fred.

Después de esta tragedia, Dolly le pidió a uno de sus otros amantes ocultar el arma y fingir que nada había pasado; sin embargo y a pesar de que la policía trato de culparla, la mujer fue liberada.

CONTENIDO PATROCINADO