El hombre llamó a la policía, para ver si podían salvar al pobre animal. Los oficiales llegaron rápidamente y rompieron una de las ventanillas traseras del Mercedes.
Fue ahí cuando se dieron cuenta que habían salvado a un juguete. El perrito de peluche tenía la particularidad de simular la respiración de un perro de verdad.
Gordon, lejos de enojarse, aseguró que "el peluche es bastante realista y si no estaban seguros de ello, hicieron lo correcto, no queremos más perros que mueran por el calor de un coche". También afirmó que, a partir de ese momento, el peluche se quedaría en su casa.
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