“Los fines de semana se ve a los jóvenes haciendo el amor en las motos y en los coches aparcados en las calles, tapándose con periódicos, inmersos en la degradación, sin iluminación, en los barrios más pobres y con peligrosidad objetiva de actos de violencia”, refiere la presidenta de Barra, Anna Cozzino.
En una ciudad, Nápoles, donde la criminalidad organizada tiene su base y la delincuencia alcanza una de las cuotas más altas de Italia, los jóvenes que quieren dar rienda suelta a sus pasiones en los coches “se arriesgan a robos, lesiones, violaciones e incluso muerte”, aseveró Cozino.
De ahí la idea del “Love Parking”, un aparcamiento vigilado donde las parejas de cada coche puedan disfrutar de la intimidad al estar separados de los otros vehículos por paneles divisorios.
Además, está previsto “distribuir preservativos para evitar embarazos no deseados o transmisiones de enfermedades venéreas”.
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