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La echaron por canosa

Laura Moreno

La mujer demandó a la empresa por discriminación laboral, la reemplazaron por una empleada 10 años más joven.

Sandra Rawline empezó a tener canas a los 20 años, y nunca se las tiñó. Hasta agosto de 2009, el cabello gris de la manager de la firma Capital Title, en Texas, Estados Unidos, no habían causado ningún problema.

Sin embargo, cuando hace dos años la sede de esta empresa inmobiliara se mudó a un barrio más chic de Houston, los directores de la sociedad pidieron a los empleados que asumieran una imagen más "a la moda". En particular, a esta trabajadora de 52 años, se le pidió que vistiese con trajes más juveniles, que llevase joyas y, sobre todo, que se tiñera el pelo.

Rawline se negó a hacerlo y es por esto que, según ella, fue despedida a la semana y sustituida por una mujer diez años más joven.

La texana denunció a la empresa por discriminación en el trabajo y pidió al Tribunal de Houston ser resarcida por daños económicos y humillación moral.

"He hecho un duro trabajo durante todos estos años", confesó al diario Houston Chronicle, que señala que su profesionalidad fue premiada en 2004 y 2005, años en los que recibió el premio de "mejor empleada".

Robert Dowdy, el abogado que defiende a la mujer, declara que "nadie debería sentirse humillado porque esté envejeciendo. Los clientes de una empresa inmobiliaria quieren trabajar con profesionales que conocen bien su trabajo y que no se preocupan por su tintura".

Capital Title niega las acusaciones y fue el propio administrador delegado, Bill Shaddock, quien aseguró que las declaraciones de Rawline "no tienen fundamento y son absurdas. Contrataría a una persona que tuviese incluso 150 años si demostrase que se lo merece".

En un comunicado oficial, la sociedad reveló que su ex empleada no ha sido despedida por el color de su pelo, sino porque uno de sus empleados más importantes se negaba a colaborar con ella.