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Insólito: condenan a una familia italiana por sobreproteger a su hijo

Laura Moreno

La madre, el abuelo y la abuela de un niño italiano fueron condenados por la Justicia de ese país por haberle brindado amor enfermizo al pequeño desde que nació. El menor, que hoy tiene 13 años, no puede orinar solo, recién aprendió a caminar a los 7 años, y sólo come si le cocina alguno de sus familiares.

La escalofriante historia fue publicada este jueves en la portada del diario La Stampa tras conocerse el fallo del tribunal de Ferrara que condenó al abuelo del chico a tres años y seis meses de prisión; a la mamá, a tres años, y a la abuela, a dos años.

En una sentencia de primer grado que nadie sabe si algún día podrá ser efectiva, la jueza Silvia Marini dictaminó que el niño "fue víctima de un amor enfermo, que lo hiperprotegió sin permitirle crecer, como sus compañeros y sus coetáneos".

La víctima vive en Ferrara, ciudad del norte de Italia, nunca hizo deporte, una excursión, o una salida con amigos, ni frecuentó a nadie, salvo a su madre y sus abuelos. Cuando tuvo que quedarse en el comedor de su escuela, el chico se escapó y se escondió en un armario. Tiene medio de comer o estar con otras personas.

El caso comenzó hace diez años, cuando el padre, cuyo matrimonio terminó al poco tiempo del nacimiento del chico y que incluso fue anulado por la Sacra Rota, decidió emprender una batalla judicial. El progenitor, un empresario de Milán, pudo ver a su hijo sólo tres veces en la vida, y a escondidas, según contó su abogado, Heinrich Stove.

"Nosotros no queríamos crearle problemas al niño, sino liberarlo, por su bien. Esperemos que los abuelos y la madre se den cuenta de que no le están haciendo bien, y que esta sentencia le permita al tribunal de menores intervenir", dijo el letrado según publicó ese medio.

Nadie sabe si lograrán la "liberación". El chico, que al parecer es muy inteligente, dice que odia a su padre y que vive bien con sus abuelos y su madre. "Si el pequeño obtiene resultados óptimos en la escuela, querrá decir algo. En realidad, sus problemas son los de muchos chicos de su edad. Y odia al padre no porque alguien le llenó la cabeza, sino porque es él quien quiso este proceso que le está arruinando la vida", explicaron Dario Bolognesi y Elisa De Giusti, abogados defensores del abuelo, la abuela y la madre, condenados por amor enfermizo.

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