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Una belga fue por tres estrellas y terminó con 56 ?¿?¿?

Laura Moreno


Un verdadero trago amargo vivió la adolescente kimberley Vlaminck cuando despertó en la silla de tatuajes tras pasar el efecto de la anestesia. Es que la joven había ido al local para tatuarse tres estrellas y terminó con la cara impregnada con 56.

La joven de 18 años de edad demandó al tatuador por una cifra cercana a los US$18.000. "No puedo salir a la calle, estoy muy avergonzada por cómo quedé. Me veo horrible", dijo Kimberley, según revela el sitio inglés mirror.co.uk.

La adolescente permaneció anestesiada durante el largo y doloroso proceso y despertó con una auténtico pesadilla en forma de 56 estrellas.