Artículo

¡Si no puedes combatirlos, comételos!: táctica de guerra

Laura Moreno

Oriole Parker-Rhodes, una abuela galesa, sufrió una invasión de caracoles en su jardín, que hacían peligrar sus hortalizas orgánicas.

Dado que evita el uso de químicos no sabía cómo deshacerse efectivamente de los gasterópodos. Hasta que se le ocurrió empezar a comérselos.

La mujer actualmente tiene un blog en el que comparte recetas con caracoles. Según explicó la mujer, en un restaurante valen una fortuna y te sirven seis caracoles por porción. Ella sirve doce en cada plato con ensalada, ajo, manteca y pan, y agasaja así a parientes y amigos.

"Son de una carne excelente: alta en proteínas y baja en grasas. Son mejores que un bife", expresó Parker-Rhodes.