Festival de Woodstock cumple 40 años de música

Laura Moreno

El legendario Festival de Woodstock, que en tres días de "paz, música y amor" reunió a más de medio millón de personas para escuchar a figuras como Jimi Hendrix, Joan Baez, Santana o The Who, cumple esta semana cuarenta años con el aura de irrepetible aún intacta.

Entre el 15 y el 17 de agosto de 1969 cientos de miles de personas se congregaron en la neoyorquina localidad de Bethel en una cita que, cuatro décadas después, sigue considerándose única, pese a los sucesivos e infructuosos intentos por recrearla.

Por esa razón, mientras que en 1994 y 1999, los organizadores del festival musical que moldeó el espíritu de toda una generación intentaron reproducir con grandes actuaciones el ambiente hippie que se vivió a unos 129 kilómetros de Nueva York, en esta ocasión sus cuatro décadas pasarán sin un macroconcierto en agenda.

"El público consiguió que Woodstock funcionara y fuera algo irrepetible", dijo recientemente Joel Rosenman, uno de los organizadores del festival, durante la presentación en Nueva York de la edición de coleccionista del documental "Woodstock" (1970), ocasión para la que se reunieron de nuevo algunas de las figuras que triunfaron en 1969.

Tanto él como Michael Lang y Artie Kornfeld, las otras mentes que, en palabras de Rosenman, hicieron que "una idea tonta" se convirtiera en "un acontecimiento histórico", han descartado apostar por grandes aglomeraciones en este 40 aniversario para evitar desenlaces desagradables a una celebración tan importante.

El Woodstock original, sin embargo, permanece en el imaginario colectivo como el lugar en el que el inconformismo y la rebeldía de una generación azotada por la guerra de Vietnam dieron lugar, pese a la mala organización, la lluvia y el barro que cubrieron el campo en el que se celebró, a tres días de paz, música y amor.

"La única vez en mi vida que he sentido algo parecido a lo que viví en Woodstock fue durante la toma de posesión del presidente (Barack) Obama en Washington", reconoció por su parte Lee Blumer, otra de las organizadoras del festival.