El modus operandi del voyeur era el siguiente: empezaba a perseguir una mujer y llevaba un bolso con un pequeño agujero y una cámara adentro. De hecho, el hombre reveló su accionar cuando inclinó el bolso para tener un mejor ángulo de las nalgas de una mujer que se agachó a recoger algo.
La policía explicó que el hombre iba con su bolso detrás de señoritas en minifalda y que eso fue lo primero que despertó las sospechas. Luego de la detención la policía recuperó cerca de 3.000 imágenes de nalgas y el hombre confesó que lleva dos años realizando esta actividad.
El vocero policial Mario Marina no dio a conocer la identidad del hombre pero explicó que se trata de un profesional casado y con dos hijos. El crimen del que está acusado tiene una pena de seis meses a cuatro años de prisión.
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