Liderados por Syd Barrett, Pink Floyd empezó su carrera con una fuerte influencia del rock psicodélico. Sin embargo, tras la salida de Barrett por problemas de salud mental, la banda tomó un giro más conceptual y experimental bajo el liderazgo creativo de Roger Waters, David Gilmour, Richard Wright y Nick Mason.
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Esa transformación artística alcanzó su punto más alto con The Dark Side of the Moon, un álbum que abordó temas tan universales como el paso del tiempo, la codicia, la locura y la muerte, marcando un antes y un después en el formato del “álbum concepto”.
Además de ser uno de los discos más icónicos de Pink Floyd, The Dark Side of the Moon se convirtió en un éxito rotundo. El álbum permaneció más de 900 semanas en las listas de Billboard y vendió más de 45 millones de copias en todo el mundo.
Su portada, diseñada por el estudio Hipgnosis, con el famoso prisma que descompone la luz, se volvió tan reconocible como la propia música. Pero detrás de esta obra maestra hay secretos, curiosidades y anécdotas que incluso los fanáticos más fieles pueden desconocer.
En lugar de entrar directamente al estudio, Pink Floyd decidió probar varias canciones en conciertos, afinando cada detalle a través del contacto con el público. El debut en vivo fue el 20 de enero de 1972 en el Brighton Dome, y el álbum completo fue presentado ante la prensa en el Rainbow Theatre semanas después.
Aunque la portada del disco muestra un prisma descomponiendo la luz en colores, el índigo, uno de los tonos clásicos del arcoíris, no aparece. El diseño final incluye solo seis colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta.
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Durante las sesiones en Abbey Road, la banda hacía pausas no por cansancio creativo, sino para ver partidos de fútbol o episodios del show de Monty Python’s Flying Circus.
El padre de la actriz Naomi Watts, Peter Watts, fue técnico de sonido y road manager de Pink Floyd. Su voz incluso aparece al final de “The Great Gig in the Sky”, diciendo: “I never said I was frightened of dying”.
Durante las grabaciones en Abbey Road, Pink Floyd invitó a varios músicos a responder preguntas introspectivas para usarlas en fragmentos del disco. Paul McCartney fue uno de ellos, pero según Roger Waters, intentó ser gracioso en sus respuestas, lo que desentonaba con el tono del álbum. En cambio, Henry McCullough, guitarrista de Wings, sí fue incluido con su espontánea frase en Money: “I don’t know… I was really drunk at the time.”
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