El sargento Jonathan Stewart, de la ciudad de Lubbock, informó que la propietaria de Fantasy Maid Service (Servicio de Sirvientas de Fantasía) no tiene permiso como negocio de fines sexuales. Los agentes, dijo, estarán atentos a cualquier infracción, que conllevaría una multa de 2.000 dólares.
"Dirijo un servicio de sirvientas", reiteró la empresaria, de 26 años. "Solamente limpiamos casas. Esas chicas no son actrices. Son sirvientas".
Borrett, que es madre y oriunda de Texas, explicó que abrió la empresa hace casi un mes porque tenía problemas económicos como camarera. Incluso había estado viviendo en un campamento del grupo Ocupemos cerca del recinto de la Universidad Tecnológica de Texas en Lubbock.