Los médicos le dijeron que sólo si ponía las piernas por encima de su tripa, es decir boca abajo, tendría más posibilidades de que sus dos bebés nacieran con vida.
Los gemelos permanecen en una incubadora, pero los médicos creen que muy pronto saldrán del hospital con su madre.
"Joanna asumió el riesgo y tras una fuerte dedicación, dio a luz a dos maravillosos hijos", explicó el profesor Mariusz Zimmer, que mantuvo el seguimiento del embarazo.