Esta «rocambolesca» histórica, como así la definen fuentes policiales, se inició hacía varias semanas en un juzgado de Bélgica cuando uno de los ahora detenidos -un hombre- logró burlar la custodia policial cuando iba a declarar por un delito sexual contra menores edad.
Su pareja -la segunda persona ahora arrestada-, que estaba apostada en las inmediaciones del edifico judicial belga, le facilitó un arma y ambos huyeron a pie. En su huida, se toparan con un matrimonio en el interior de un automóvil, al que a mano armada le sustrajeron el vehículo.
Tras efectuar una llamada de emergencia y mientras la mujer esperaba la llegada de los efectivos policiales, el marido recorrió las inmediaciones de la playa por si esa misma casualidad les permitía localizar el citado carro. Y lo encontró.
Su propietario, sin pensarlo, pinchó las cuatro ruedas para evitar que los ladrones se lo volvieran a llevar. Instantes después, la Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local, detuvo a los ladrones, a los que les constaba una requisitoria internacional de búsqueda y captura como autores del robo del citado vehículo.
Los ahora arrestados han sido trasladados hasta la Audiencia Nacional en Madrid, donde se tramitará su extradición a Bélgica, han añadido las citadas fuentes.