Según la policía del país centroamericano, el difunto estaba fichado por violación de la Ley de Armas y lo más probable es que lo mataron en un ajuste de cuentas.
El cadáver de Morales Colón fue expuesto al público, que lo visitó de forma masiva durante dos días, sin embargo no fue enterrado con la moto, que estaba valorada en 14.000 dólares.
No es la primera vez que la funeraria Marín cumple con este tipo de requerimientos. En el año 2008, tuvieron el caso del “muerto parao”, o sea Ángel Luis “Pedrito” Pantojas Medina, otro joven con antecedentes penales, a quien asesinaron con 11 disparos y cuyo deseo era que lo velaran “parao”.