Poco después, la mujer recibió un llamado de su esposo en el que le comunicaba que estaba secuestrado, avisó a la policía, quienes acudieron al lugar donde presuntamente se pagaría un rescate.
Las mujeres admitieron que eran "damas de compañía", que habían cobrado 350 pesos al hombre por sus servicios y que su cliente había abandonado hacía instantes el motel a bordo de su camioneta.
Poco después, el hombre fue ubicado en una droguería, donde terminaba su periplo con el escaso dinero que le quedaba.