
La agrupación, conformada por por Tony Iommi, Geezer Butler, Bill Ward y Ozzy Osbourne, introdujo una nueva forma de entender el rock, incluyendo en sus canciones ciertos sonidos más densos y crudos, acompañados de una estética influenciada por el horror, lo oculto y desconocido.
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Dentro de Black Sabbath, Ozzy Osbourne destaca como uno de los miembros más importantes y destacados. Su papel en la banda de heavy metal lo consolidó como una figura icónica del heavy metal. De hecho, muchos consideran al ‘Príncipe de las Tinieblas’ como el precursor de uno de los subgéneros más fuertes del rock y el metal.
Desde sus inicios, Black Sabbath se destacó por componer temas con letras inquietantes y sonidos que evocaban sensaciones de peligro, misterio y angustia. En una época en la que el rock exploraba temas psicodélicos y libertarios, ellos optaron por irse por lo sombrío.
Según relató el músico, los primeros acordes de esa canción provocaban reacciones de miedo y terror entre los oyentes. “Cuando empezamos a tocar, en cuanto sonaban los primeros acordes de esa canción, las chicas jóvenes en la audiencia se asustaban. Pensaban que éramos amigos de Satanás o algo así. Ahí fue cuando comenzó todo eso del ‘Príncipe de las Tinieblas’”, dijo Ozzy.
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Una de las claves del efecto de esta canción está en el uso del tritono, un intervalo musical históricamente asociado a lo prohibido, conocido también como “el intervalo del diablo”. Esta combinación de notas genera una tensión sonora que ha sido utilizada durante siglos para crear una atmósfera perturbadora, y fue el recurso perfecto para marcar la identidad musical de Black Sabbath desde el comienzo.