«Cada año, durante un mes cinco amigos muy competitivos realizan un juego de quemados sin límites, que practican desde la primaria. Arriesgan la vida, su empleo y sus relaciones
con la finalidad de ganarle al otro, con el grito de batalla: “¡las traes!”.
Este año el juego coincide con la boda del único jugador que nunca han derrotado, situación que finalmente debería convertirlo en un blanco fácil.