El pasajero de la aerolínea Ryanair, que llevaba más de 30 minutos esperando en Málaga, sur de España, abrió la puerta de emergencia y salió como si nada ante la mirada atónita del resto de los pasajeros.
Los demás viajeros tuvieron que esperar alrededor de 15 minutos más en el avión antes de abandonarlo, dejando el caso en manos de la seguridad encargada.