Nihad logró llevar al piso a su rival, a quien no le quedó más remedio que rendirse. Sin embargo el árbitro se tardó en finalizar el combate y eso sacó de casillas a Wilhelm y terminó golpeado al juez.
De inmediato la seguridad del octágono tuvo que interceder por el juez, de no ser así, el noqueado hubiera sido otro.