
El pequeño, que aún no tiene nombre por decisión de sus padres, nació el 21 de enero. Fue operado pocos días después por un equipo de 21 especialistas y la cirugía fue un éxito.
Afortunadamente para el niño, los padres Lalitamma y Chennabasava, dejaron de lado creencias sobre maldiciones tan frecuentes en ese país, y decidieron ponerlo en manos de especialistas. Actualmente el niño se recupera y se espera que todo su cuerpo evolucione con normalidad.
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