
Todo ocurrió en un club nocturno de Dublin, Irlanda, cuando el púbico disfrutaba de los sensuales movimientos de una bailarina de pole dance, quien entregada al baile era aplaudida por todos los espectadores, pero nunca se imaginó que el techo del establecimiento le fuera a pasar una mala jugada.
Lo que empezó como todo un show de baile, terminó como un acrobático accidente, y lo que se vio como un peligroso golpe no pasó a mayores, ya que, según medio internacionales, no hubo necesidad de que la bailarina fuera trasladada al hospital.