La historia nos traslada al año 2009, cuando los padres de esta joven comenzaron a compartir en las redes fotos íntimas de la familia, donde se mostraban imágenes de su niñez que no eran pertinentes para rodar por internet.
“No conocen la vergüenza y no les importa si era una imagen en la que salgo sentándome en el inodoro o sentándome desnuda en la cuna. Cada etapa fue fotografiada y hecha pública”, señaló la joven.
Aunque su hija les reclamó en varias ocasiones sobre el tipo de publicaciones, los padres se negaron a borrar las fotografías de sus redes sociales, motivo por el cual la joven decidió recurrir a la vía legar para detener la “humillación” por parte de sus padres.