
El dueño de los aviones, K.G Coker, quien los adquirió en 1977 tras la muerte del Rey del Rock, afirmó que son piezas de museo no aptas para volar. Su subasta se debe al término del contrato entre Coker y la empresa Elvis Presley Entertainment, por el cual el propietario se llevaba un porcentaje de las visitas a Graceland.
Por ejemplo, el más grande, Lisa Marie, es un Convair 880 de 1960. Para quienes no lo conocen se trata un aeroplano de cuatro motores, con habitación privada, sistema estéreo y baños de oro, que Elvis compró en 1975 a Delta Air Lines por 250.000 dólares.
Por su parte, Hound Dog II es un LockHeed JetStar que Elvis compró aquel mismo año por 900.000 dólares.