Noticias

«Metallica en mi vida»: Tota

Laura Moreno
Comparte:
Metallica Tota
El primer recuerdo que tengo con Metallica data del año 1989 (diría yo) cuando tenía 8 años. Ya van a decir: “ahhhh bueno, sí claro…” pues sí, y es que mis papás me compraron unos calzoncillos de Metallica. Tanga narizona, color baige y en la parte frontal la cara de estos cuatro grandes tipejos (Jason, Kirk, Lars y James) bajo el logo imponente de “Metallica”. Me acuerdo de andar por toda la casa sólo con los calzoncillos puestos esperando a mi papá para jugar fútbol… en fin.

Pasados 6 años, en el año 1994, estaba de moda las famosas fiestas de salón comunal que se hacían cada 8 días… yo tenía 14 años. Recuerdo una fiesta en particular: barrio Atabanza (norte de Bogotá), viernes 7PM. Como era habitual, nuestros papás nos dejaban en la portería del conjunto y hasta que no llegaran los 8 (combo de amigos) nadie entraba. 7:30PM: hacemos el triunfal ingreso al salón comunal y al hacer la típica vista panorámica (de izquierda a derecha) nos topamos con otro combo de 8 que nos retaban con la mirada a encontrarnos, en algún momento de la noche, en un “pogo” (moverse frenéticamente de varias maneras durante la actuación de un grupo de música fuerte). Luego de par horas de Rikarena, Wilfrido Vargas, Juan Luis Guerra, Ilgales,Proyecto Unohubo un silencio (causado porque algún imbécil desconectó la grabadora jajaja) y en ese momento todo cambió para mí: alguien sacó un casette y puso “Enter Sandman” . Que sonido, que energía, que buena vibra me generaba esa canción que nunca en mi vida había escuchado, sobre todo a los 57 segundos cuando las guitarras estridentes y una batería majestuosa nos invitan a liberarnos y dejarnos llevar. Ahí supimos que era el momento del “Pogo”. Como había pasado la parte “chévere” (segundo 57), devolvieron la canción para empezar de ceros. Luego de varios golpes, gritos, caídas, madrazos y un pogo de 20 minutos (con la misma canción), nos quitan la grabadora y lo primero que hago es ir a dónde el dueño del casette (integrante del otro combo jajaja) a que me del nombre del grupo y de la canción: ahí conozco a Metallica.

Luego empezaría el ahorro incisivo para poder comprar los cd´s de Metallica, pues luego de investigar a fondo la discografía, me toparía con discos brutales: “Kill Em All”, “Ride The Lighting”, “Master Of Puppets” y “…And Justice For All”, obvio, sin dejar pasar el de “Metallica” o también conocido como “Black Album”. En el año 95, en un viaje de excursión con el colegio, hicimos un viaje a Italia. Recuerdo gastarme 50 dólares (mucha plata en esa época) en 4 discos de Metallica: dos eran de los conciertos en vivo de la banda en Roma y los otros dos de conciertos en Ucrania y República Checa. Espectacular inversión, pero no para hacer empezando el viaje jajaja. Ahí conocería el monstruoso sonido de la banda en vivo y en especial los solos de batería de Lars: sin palabras.

Año 1996: dos acontecimientos en mi vida. El primero, mi mamá se divorcia de mi papá (oficialmente) y se vuelve Testigo de Jehová. El segundo, sala a la venta Load de Metallica y la canción para promoción el álbum (luego de una espera de 5 años sin nada nuevo) sería “Until it Sleeps”. Criticas por montones recibiría Metallica, pues cambiaron todo su rumbo tanto en la música como en el look (pelo corto y bien peinados) y pues la canción, o mejor aún, el video era una “burla” a la “Iglesia”. Pero para mí seguían siendo los más grandes del mundo. Compré el álbum inmediatamente (mi colección crecía, junto a la de Guns N´Roses) y por arte de magia, un día mi mamá me botó a la basura todos mis discos, porque, según ella, era música del demonio. “What a bad day”, pero pues nada que hacer… vivía en su casa y por más que haya maldecido no había poder humano de recuperar mis preciados tesoros.

1999: Metallica en Colombia por primera vez. La boleta costaba $80.000 y desde que supe, ahorré al máximo para comprarla. Como estaba en el colegio no podía hacer fila para ir a comprarla y mi papá se patió 4 horas por hacerme el favor. Llegó la fecha: domingo 2 de mayo de 1999. El combo de 6 amigos llegamos al Simón Bolívar a hacer fila el sábado 1 de mayo a las 6PM y había un montón de gente… de todas las ciudades. Aguantamos frío, tomamos mucho vino, no comimos nada y, por supuesto, no dormimos. El domingo en la mañana empezaría la prueba de sonido (obviamente no eran ellos) pero escuchar el doble bombo de la batería era algo grandioso. A las 2PM abren puertas y creo que nunca en mi vida había corrido tanto. Claramente quedé lejos, pero veía perfecto a la tarima. 7:50PM: comienza el intro de Metallica. El mejor concierto de mi vida hasta ese momento y un resultado histórico: más de 100 mil personas en el Simón Bolívar para ver a Metallica en vivo.

Crecí, empecé a trabajar y recuperé mi colección de discos de Metallica. Otra acotación: año 2006, cambio de casa y en trasteo, me robaron todos mis discos: conclusión… ahora los tengo en iTunes jajaja. Año 2010, Tour Death Magnetic y obviamente estuve presente.
A grandes rasgos, estos son mis momentos con Metallica… pues de los más representativos, o si no tendría que contar cuando me grabé todo el Sinfónico de Metallica y que Radioacktiva pasó toda una tarde de viernes al aire, cuando lloré con la salida de Jason del grupo (aunque creo que fue lo mejor, porque Robert es un monstruo)… y tampoco hablé de las canciones que más me marcaron, eso daría para otro escrito… bueno, en fin… KILL´EM ALL

Exit mobile version