Esta fue la razón por la que su dueña, la YouTuber Mrs. Makai la llevó a un veterinario para descubrir qué ocurría. Las noticias, por desgracia, no fueron muy alentadoras: Lily tenía un tumor, y lo más probable, cáncer.
Sin cirugía, moriría en unas horas, por esta razón, la perrita tuvo que ser y los exámenes posteriores llegaron a manos de Mrs. Makai, que los leyó en voz alta para la pequeña Golden.