Si, si, los niños son adorables, tiernos y chiquitos y todo lo demás; pero, hay que aceptar que cuando tienen energía de más, son unos terremotos sin límite.
El siguiente video dejará ver los grandes desastres y sus pequeños diablitos responsables.
Utilizamos cookies propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarte publicidad personalizada a través del análisis de tu navegación, conforme a nuestra política de cookies. Si continúas navegando, aceptas su uso.