
La mujer demostraba tanto su placer por las fiestas y los excesos que sus parientes decidieron velarla sentada rodeada de bolas de boliche, con un cigarrillo en una mano y un vaso de cerveza en la otra.
El funeral se llevó a cabo en Lousiana, Estados Unidos, hizo caso a los pedidos de las hijas de Burbank, quienes querían que la última despedida de su madre reflejara su manera de vivir.