La mujer en cuestión se llama Linda Murphy quien confesó haber llamado a su ex nada más ni nada menos que 77.638 veces en tan solo una semana, y además, haberle enviado 41.229 mensajes de texto y 1.937 mails.
Por supuesto, agregó que su defendido "No pudo dormir, trabajar ni disfrutar de la vida durante más de una semana”.
El caso, uno de los mayores extremos de acosos que se haya registrado en Estados Unidos y en todo el mundo, continuará tras una evaluación psicológica para determinar si Linda puede ir a juicio o es declarada inimputable.