Se trata de Craig Jaret Hutchinson quien fue condenado por los tribunales canadienses a 18 meses de prisión por asalto sexual por agujerear en 2006 los condones en un intento de forzar el embarazo de novia.
La mujer quedó finalmente embarazada y Hutchinson le confesó que había saboteado los condones que utilizaba. Después de la declaración, la mujer denunció a Hutchinson a la Policía, que le acusó de asalto sexual, y abortó.
Hutchinson fue condenado en diciembre de 2011 a 18 meses de prisión pero apeló la decisión al considerar que era excesiva.
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