Pareciera la escena de Michael Douglas cuando se vuelve loco porque ya no le quieren servir su desayuno en el restaurante de comida rápida; sin embargo, esta es la cruda.
Ciertas personas llegan unos minutos tarde de la hora límite de los desayunos en McDonalds, pero se enfurecen porque no les permiten ingerir sus alimentos favoritos.
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