
Algunos de los cien primeros clientes que se beneficiaron con la oferta eran daneses y solo cruzaron la frontera por aprovechar los precios más económicos de las bebidas alcohólicas en el lado alemán
De una u otra forma, la oferta a los compradores nudistas era una hábil maniobra publicitaria de la cadena Priss, que buscaba la atención mediática mediante un recurso que nunca falla: mostrar carne.