Sin embargo, no encontró a la víctima que buscaba en su casa y, en venganza, pagó toda su frustración con la única persona que habitaba el lugar.
Según publicó el ‘Bellingham Herald’, el sospechoso apuntó al rostro del hombre que lo atendió y le disparó el contenido de la pistola. “Ahora estás como el resto de mis prostitutas, todo cubierto de semen”, le dijo antes de marcharse.
Con esta escena, Miller y el resto de su banda abandonaron el lugar llevándose algunos objetos de valor que encontraron por la casa. Días después, la policía detuvo al maleante, y tras un juicio rápido, fue condenado a 18 meses de prisión sin fianza por un delito de robo con violencia.