Una mujer estadounidense se tomó varias botellas de vino de más con una amiga y comenzó a hacer malabares con el asiento de uno de sus tres hijos. La broma terminó mal, ya que tuvo que ser rescatada por dos bomberos. ¡Se le habrá pasado la resaca de la vergüenza!
Esta madre de 31 años ya tiene algo que contarle a sus hijos.
Claro, la diversión alcohólica, además de simpática, tuvo un final vergonzoso para ella. Y lo afirma la propia Serena Curtis, de Oxfordshire, que tuvo que ser rescatada por dos bomberos, según The Sun.
Los niños estaban bien y a la alegre madre se le pasó hasta la resaca de la vergüenza cuando los bomberos tuvieron que rescatarla.
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