En Suecia, una trabajadora en una tienda de ropa interior femenina denunció al establecimiento ya que, según ella misma, la obligaban a exhibir una etiqueta en la cual indicaba la talla de su sostén.
Los argumentos de la tienda era que las etiquetas podían ayudar a los clientes a entender la talla de sujetador y poder decidir cuál comprar.
Por su parte, el tribunal condenó el hecho debido a que dañaba la dignidad de la mujer y obligó a la tienda a pagar a la colaboradora la cantidad de 8 mil dólares como compensación.
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