
Las más peligrosas son las tangas que no permiten la respiración de la piel. "Siempre deberíamos usar ropa interior de algodón", explica Shieva Ghofrany, doctora obstetra y ginecóloga del Hospital Stamford.
Otro problema es que la banda elástica que sujeta la tanga se mueve con gran facilidad, transfiriendo las bacterias de un lugar a otro. "Sólo se tiene que mover uno o dos centímetros para terminar depositando bacterias del colon en la vagina o en la uretra", afirma la doctora Jill M. Rabin, profesora de la Clínica de Obstetricia y Ginecología y SaludFemenina del Albert Einstein College of Medicine.
"Si alguien es saludable, no hay realmente riesgos", dice Rabin. Pero insiste en que es muy importante usar tangas de algodón, lavarlas continuamente e higienizar con dedicación los genitales.