Sus ingredientes: cuatro hamburguesas fritas en grasa de cerdo, tocineta, ocho pedazos de queso, un tomate entero, media cebolla y seis rebanadas de pan.
La ambientación de sus restaurantes asemeja a un hospital: las meseras se visten como enfermeras, los clientes son tratados como pacientes y los pedidos simulan ser recetas médicas.
Como parte del peculiar decorado, una ambulancia espera en la puerta, donde un enorme cartel advierte: “Este restaurante puede perjudicar seriamente su salud”.
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