Se trata de Sherrie Walter, quien perdió su oreja al sufrir un cáncer hace dos años. Luego de esta experiencia, se dijo a sí misma que nunca sería una de esas supervivientes que llevarían una prótesis de oído de por vida.
Sin embargo, los médicos ofrecieron a Walter la oportunidad de una nueva oreja con una reconstrucción a partir de su propio tejido.
El procedimiento fue bastante innovador y describe como una de las reconstrucciones más complicadas en los EE.UU, forma una nueva oreja, que en principio se coloca bajo la piel del antebrazo para poder crecer”. Esta semana, Walter recibió algunos de los retoques finales para su oreja.