Se casaron en la región napolitana en 1934 y, durante décadas, los cinco hijos y los numerosos nietos llenaron de felicidad los días de la pareja.
Pero un día la historia de amor empezó a deteriorarse. Fue cuando Antonio encontró, mientras ordenaba las cintas de música de un viejo escaparate, una misteriosa carta. El texto, fechado en 1940, estaba escrito por Rosa y dirigido a su amante.
La esposa infiel lo confesó todo, en un desesperado intento por ser perdonada. Pero su despechado esposo no pudo perdonar la traición.
En 2002 decidió irse de su casa y vivió una temporada con su hijo mayor. Cuando regresó a la vida conyugal, nada era lo mismo.
Antonio y Rosa comenzaron a discutir por cualquier cosa hasta que, hace un par de semanas, los dos ancianos acordaron mutuamente acudir al Tribunal de Roma para solicitar su separación legal.