La boda de Chadil Deffy, vestido con un traje y sombrero de copa negros y una pajarita blanca, y su novia Ann se celebró en la provincia de Surin, en el noroeste del país, en una ceremonia budista a la que asistieron sus familiares y amigos.
Las imágenes del siniestro enlace, aunque por amor, fueron mostradas en la televisión tailandesa, mientras que casi 30.000 personas las han visto y escrito sus comentarios a través de la página personal de Chadil.
La muerte está muy presente en la cultura budista, donde en los funerales los allegados hablan distendidamente y rara vez derraman una lágrima y los monjes llegan a meditar sobre cadáveres para recordar lo efímera que es la vida.