La investigación supone que la calidez que producen las medias a los amantes permitiría que el cuerpo se mantenga relajado en el acto sexual.
El descubrimiento fue realizado prácticamente por casualidad cuando el doctor Gerst Holstege analizaba la actividad cerebral al momento del orgasmo.
Según otro experimento realizado en Gran Bretaña, el 80% de las parejas que hacían el amor con las medias puestas llegaban (ambos) al orgasmo, mientras que sólo el 50% de las que lo hacían completamente desnudas lo lograban.