Solamente cuando fue arrestada disfrazada de uno de sus personajes, Aaron Lampard, por sospecha de asalto sexual, y le quitaron la ropa, la policía descubrió su verdadera identidad.
Las dos víctimas que fueron engañadas por Barker tuvieron encuentros sexuales con ella, creyendo que era un chico llamado Lampard, Connor McCormack o Luke Jones. Para lograr que la creyeran varón, Barker usaba diferentes sombreros, suéteres con gorro y ropa ancha, y caminaba y hablaba como una persona del sexo masculino.