
Pero no, el hombre de 41 años, no llevaba un arma o drogas, sino, para el asombro de uno de los guardias, simplemente tenía adherido a su lado izquierdo su pene de más de 22,86 centímetros flácido y más de 34,29 (lo que constituye un récord, según un documental de HBO ).
“Otro guardia me detuvo y me pregunto si tenía algún tipo de excrecencia”, dice Falcon.
Al parecer su miembro estaba generando algún tipo de creciente magnetismo, porque otro guardia, más joven, interpretó su “paquete” como una amenaza biológica. “Le dije ‘es mi pene’. Me requisó pero se aseguró de rodearlo con las manos. Luego me pusieron polvo, probablemente para examinar si tenía explosivos. Fue divertido” dijo Falcon, quien ha rechazado a la industria del porno, pese a estar desempleado.