Cinco horas después, a las 9.20 de la noche volvió a ser detenida por ruidos molestos y excarcelada al poco tiempo, lo que se repitió a la 1 de la madrugada del miércoles. En el medio, el juez le recomendó que use auriculares. Y la música paró.
Pero a las 6 de la tarde la policía tuvo que volver a su casa por quinta vez. En esta ocasión no la denunció un vecino sino su propio sobrino. De acuerdo a la acusación, el joven habría tratado de retirar algunas pertenencias que tenía en la casa de Coffey, cuando la mujer lo atacó con una sartén que golpeó en su cabeza. Para la policía, el alcohol habría sido el desencadenante.