Los autores de la idea aseguran que este tipo de prostitución resolverá problemas tales como la prostitución infantil o la transmisión de enfermedades sexuales. También privaría a los hombres del sentimiento de culpabilidad ante su pareja, porque "después de realizar un acto sexual con un robot probablemente no lo consideren como infidelidad”.
En un comienzo, utilizar los servicios del robot en Ámsterdam será posible en clubes especiales. No obstante, este tipo de "entretenimiento" no estará al alcance de todos, debido a que el servicio costará alrededor de ¡7.500 de euros!. Por este precio el cliente tendrá la posibilidad de elegir cualquier nacionalidad del androide con una inmensa variedad de sus características morfológicas.