
El sistema británico establece que, para poder acceder al examen de conducción práctica, un alumno debe acertar 43 de las 50 respuestas de un test y obtener 50 de 75 puntos en sus respuestas a una serie de vídeos con situaciones reales. Hasta ahora, el mayor número de suspensos lo tenía un ciudadano de Peterborough que llegó a errar en 84 ocasiones, según informa el periódico "The Daily Telegraph".
Los organismos de seguridad en carretera y autoridades de tráfico se confesaron sorprendidos en declaraciones al rotativo por los constantes fracasos de esta aspirante a conductora, pero un portavoz de la DSA la instó a no desistir sugiriéndole que practique con libros de ayuda o incluso con una aplicación específica creada para móviles, publica ABC.es.