
Siempre en la búsqueda de nuevos negocios, el joven decidió poner en remate su apellido en el sitio BuyMyLastName.com ("CompraMiApellido") e invitó a las empresas a que aprovechen está "única oportunidad".
Claro que para evitar tener que ponerse un apellido con el que no se sienta cómodo, Sadler contrató a un abogado e incluyeron algunas restricciones en la subasta: se prohibieron los nombres pornográficos, religiosos y políticos.
"Un montón de gente me ha dicho que soy un idiota por tratar de vender mi apellido", dijo Sadler. "Pero no me interesa. Siempre estoy dispuesto a dar un paso más e innovar, crear nuevas oportunidades de negocios, ser original".