El hombre mide 1,67 y pesa 133 kilos, pero lejos de estar con la mente en el gimnasio o en hacer dieta, elige su propia comida de bebé, se sienta en una silla infantil extra grande y espera que su niñera lo alimente. De hecho, no trabaja porque su interpretación de un “bebé adulto” le lleva todo el día.
El hombre se siente seguro detrás de las barras de su cuna (que no es otra cosa que una cama para adultos que fue alterada) y se pasa el día pintando con sus crayones en el piso de su dormitorio.
Al parecer, el origen de la ilusión infantil de Thornton yace en un trauma de la niñez, cuando se sintió desprotegido por los adultos que tenía a su alrededor. Por eso ahora el hombre, que es oriundo de Torrance, California, anunció que está en la búsqueda de una niñera a tiempo completo.