Inmediatamente el joven gritó una palabrota. En cambio, Merkel sorprendida en un principio al sentir en su espalda el líquido frío mantuvo la compostura.
A pesar de aquel frío incidente, la canciller alemana se mantuvo tranquila, y más tarde se las arregló para tomar otro vaso lleno para el brindis. El camarero tal vez se convertirá en un héroe para su nación, Grecia, donde Alemania controla su economía y hay problemas fuertes debido a eso.