El acusado, identificado como José Roa Chávez, escondía en su casa más de 500 calzones y otras piezas de lencería que constituían el botín de sus asaltos que el estudiante realizaba en viviendas de las sureñas localidades de Negrete, donde residía, y Los Ángeles, en la que estudiaba (Chile).
Los asaltos se extendieron desde mediados del año pasado hasta ahora, dijo el fiscal a cargo del caso, Víctor Castro.
El estudiante, según las fuentes, amenazaba a sus víctimas con un cuchillo para quitarles dinero y después exigía la entrega de la ropa interior que vestían y también cometió abusos sexuales contra algunas.